La columna de Alejandro

Por Alejandro Rollán

11/05/2023 | Opinión

El riego, un nicho de tecnología con inversiones por U$S 3.200

La iniciativa privada está desarrollando proyectos productivos con equipos por goteo o aspersión. El Gobierno quiere sumar 1,5 millones de hectáreas con esta tecnología.

Cuando las lluvias son menores a los registros normales, como ocurrió en las últimas tres campañas agrícolas, la incorporación de tecnología y equipos para el riego complementario cobra mayor protagonismo.

De los 42 millones de hectáreas cultivadas en el país, sólo 5% están con producción bajo riego.

Son un total de 2,1 millones de hectáreas, de los cuales 1,4 millones lo hacen con equipos por aspersión y por goteo para producciones extensivas.

Sin embargo, la potencialidad de sumar hectáreas con la tecnología es mucho mayor, debido a la disponibilidad de agua subterránea y también superficial.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Argentina tiene potencialidad para expandir la superficie irrigada en 6,2 millones de hectáreas.

A partir de este diagnóstico, el Gobierno Nacional lanzó el plan Argentina Irrigada, cuyo objetivo es contribuir a la incorporación y el uso eficiente del riego tecnificado, a partir de una inversión pública de U$S 2.066 millones, más una contribución mayor del sector privado.

La finalidad es potenciar la producción agroindustrial y dinamizar el mercado proveedor de la tecnología.

La idea es sumar 1,9 millones de hectáreas, de las cuales 376.000 hectáreas serían para cultivos intensivos y 1,5 millo0nes de hectáreas para cultivos extensivos.

De acuerdo con información del Ministerio de Economía de la Nación, en el país ya hay 95 proyectos de promoción de riego, de los cuales 16 están en ejecución, 48 están formulados y 31 tienen la prefactibilidad.

La mayoría de ellos contemplan desembolsos de hasta U$S 24 millones.

En total, según el plan, la inversión privada traccionada por los proyectos será de U$S 3.232 millones. El programa oficial contempla que por cada dólar que ponga el Estado, la iniciativa privada invertirá U$S 1,60.

Impacto económico y productivo

Los análisis económicos de la inversión en los equipos y los resultados productivos obtenidos demuestran la respuesta satisfactoria de la incorporación de la herramienta.

El secretario de Planificación del Desarrollo y la Competitividad Federal, Jorge Neme, asegura que 5% del área regada a nivel nacional explica 13% del Producto Bruto Agropecuario.

Producciones como la de maíz o de trigo no solo se hacen más estables en tiempos de sequía, sino que también mejoran su productividad por hectárea.

Ello explica la posibilidad de obtener en campos bajo riego rindes de hasta 18 toneladas/hectárea de maíz y 9 toneladas/hectárea de trigo.

Para este año y el que viene, entre fondos de bancos y aportes locales, la inversión en riego tiene disponible U$S 394 millones.

El flamante programa puesto en marcha por el Gobierno Nacional ya contaba con un antecedente inmediato.

El año pasado, a partir de un trabajo realizado por el Ministerio de Agricultura de la Nación, había lanzado el Plan Nacional de Riego Sustentable 2030.

El trabajo había identificado 21 nuevas zonas, en 12 provincias, donde se puede mejorar y ampliar la superficie irrigada.

Columnas anteriores

Biodiésel: Primeras señales para desregular el mercado nacional

Maquinaria agrícola: ¿Cómo cierran el año los principales mercados del mundo?

La maquinaria agrícola en la era Milei: ¿Cómo queda el comercio exterior?

Maquinaria agrícola: ¿Cuántos trabajadores hay en las fábricas, en las concesionarias y en el transporte‽

Aparecieron las lluvias y las sembradoras clavaron un récord